Antes de asumir la Presidencia de la República, Sebastián Piñera ha desnudado el carácter de su política exterior atacando a Cuba y a Venezuela, con amplia difusión en los medios de prensa empresariales del continente. Acusó a dichos gobiernos soberanos de numerosos cargos, entre otros de violación a los derechos humanos.
Para la reacción empresarial, son violaciones a los derechos humanos denunciar la mentira en los medios de comunicación, recuperar para los pueblos las riquezas del país que el neoliberalismo entrega al capital trasnacional. Son atentados a los derechos humanos, según ellos, impedir que se destruya la naturaleza por parte de las empresas depredadoras del territorio o, peor aún, redistribuir a favor de los trabajadores parte de la riqueza que ellos generan al aumentar los impuestos al capital para mejorar los salarios. Para Piñera y los derechistas del continente es una tremenda “violación” a los derechos humanos modificar las constituciones sometiéndolas a la aprobación soberana de sus pueblos.
En cambio, para Piñera no son violaciones a los derechos humanos las masacres que su amigo el narco-paramilitar Uribe ejecuta en contra del pueblo colombiano, o la represión que el golpista Micheletti desencadenó contra los hondureños tras el golpe de estado. De igual manera, Piñera defendió a Pinochet cuando fue apresado en Londres y hoy propugna poner fin a los juicios y castigos a los asesinos de la dictadura militar-empresarial que violaron sistemáticamente por 17 años los derechos humanos. No en vano su fortuna se forjó al amparo de Pinochet.
Chile tiene la obligación de respetar las decisiones soberanas de los demás países y no juzgarlas livianamente, imponiendo un criterio reaccionario e ideológico sobre las libertades y los derechos humanos fuera de nuestras fronteras.
Nuestro país no debe alejarse del proceso integrador y soberano que crece actualmente en nuestro continente, ya que Chile también necesita formar parte de esta corriente que busca fundamentalmente dignificar la vida de hombres y mujeres y descartar los enfrentamientos entre hermanos.
Comisión de Relaciones Internacionales
Partido Comunista de Chile
No hay comentarios:
Publicar un comentario